Bien, les contaré los últimos acontecimientos de nuestra campaña intergaláctica de fomento del individualismo. Tomen asiento. Tras dos incursiones globalmente satisfactorias en Noalejo y en Córdoba, nos encontramos, por fin, a las puertas de Sevilla donde, si nadie lo remedia, estaremos aporreando nuestros rudimentarios instrumentos el miércoles 6 de diciembre rodeados de enemigos.
Siguiendo las lecciones de nuestra guía de cabecera “Ayer me acosté a las tantas” (con prologo del insigne Arturo Fernandez) Procederemos al recuento de nuestras tropas en cuanto veamos el Guadalquivir, (con que este uno de los dos fulanos que creen en nuestras monsergas nos será más que suficiente). Tengamos las cosas claras, no será fácil, habrá que sudar la gota gorda, pero si llegan a tiempo los refuerzos del norte, y los barriles de cerveza, la plaza será nuestra con toda seguridad.
Por si no sobrevivimos a esta, que todo puede ocurrir… de las anteriores batallas siempre nos quedara el recuerdo de los esclavos que nos suministraron provisiones en Jaén y la atención con la que Jesús Poveda nos recibió en su venta cordobesa. Ahora es el momento de afiliarse al individualismo.
(Cuídense Maldita sea.)