lunes, febrero 26, 2007

A miña casa non quero que veñas, sempre me fodes e nunca me empreñas…

No es la primera vez que me encuentro en una encrucijada a la hora de plantear mi procedencia, observo, ante mí, a un travelo desleído que me argumenta que no cumplo con la condición natal geográfica para declararme gallego y que por lo tanto no merezco ese honrado apelativo. Tiene razón, aunque sea un asexuado y un bastardo.

Lo que el no comprende es que su concepto de origen no se corresponde con el mío. Galicia es más que una frontera, Galicia es una idea universal, se es igual de gallego habiendo nacido en Galicia, que habiendo nacido en San Francisco, Cuba o Guadalajara. El gen gallego recorre el mundo y emigra de generación en generación adoptando extrañas formas y provocando extrañas coincidencias, de tal modo que no es difícil encontrarse con una cincuentena de gallegos en un partido de futbol en Alemania animando al Bayern de Munich, o a un gallego andando por el desierto del gobi acompañado de dos vascos que no se conocen de nada, o a un autobus entero de chinos que aseguran ser de Catoira. Esto me lleva a buscar una definición clara de lo que significa ser o no ser gallego.

Ser gallego es estar lo suficientemente aturdido como para sentirte desplazado en cualquier parte del mundo, (incluso en la misma Galicia).

miércoles, febrero 07, 2007

Yo no hablo con Máquinas!!

Ayer noche tuve una extensa conversación con un contestador automático, estaba bastante preocupado por que su relación, aparentemente homosexual, con el portero automático, no le aportaba tanto como el, (el contestador), invertía en ella, (la relación). Una situación difícil, pensé, con mi cabeza de haragán, en presentarle a mi cajero, también automático, para que al menos le recompensase con dinero sus horas invertidas, pero no le dije nada, me cohiben las maquinas que quieren hablar con uno, así que colgué el teléfono y no deje ningún mensaje.

Seguramente por eso no te llamé para felicitarte.