Cuando llega el verano, (ya se que estamos en otoño), suceden varias cosas inquietantes, ya saben… menos ropa, vacaciones, los Airbag que se ponen muy contentos, barbacoas multitudinarias en Cadiz, barbacoas incontroladas en Galicia (Zona de Lume sin Control) y la playa. La playa es un lugar increíble. (Ya se que estamos en Otoño coño!)
Usted, por ejemplo, llega a la playa con sus familiares, o con sus amigos, o con sus parejas, o con sus asistentes sociales… y ha continuación ¿que sucede?. Nada más pisar la arena se vuelve usted un loco de la construcción. Uno hace un agujero con una pala de plástico rojo mientras el otro dibuja un caracol en la arena con un palo largo, un señor de 45 años hace un castillo que ríete tu del de disneylandia ante la mirada somnolienta de su hijo de 8 años y cuatro musculosos muchachotes de 17 delimitan un campo de voleybol muy molesto para la señora de 37 que tiene un bañador de oferta y un marido que intuye el próximo enfrentamiento e intenta escaquearse detrás del Marca. ¿Y como queda la playa? Pues fatal, todo echo una mierda, agujeros, montañitas, dibujitos… Vamos, echo un cristo, y hay es donde entro yo…puntualmente, a las 20:00hrs. Desde el extremo sur de la playa y habiendo agotado responsablemente las reservas de cerveza de cinco de los diez chiringuitos que se han cruzado en mi camino, mi yo tambaleante toma la determinación de borrar la huella del hombre en una indefensa playa de Huelva. Con mi pierna buena borro cada uno de los mensajes de amor adolescente que encuentro en mi camino y pataleo las construcciones de arena que aun siguen en pie, (aunque soy benevolente con aquellas que tienen forma de grotescos apéndices viriles), relleno los agujeros que los amantes de los esguinces han disimulado en la orilla y realizo constantes aclaraciones que justifican ante mis camaradas mis extrañas maniobras. Gracias a mi actuación esa playa la encuentra todo el mundo recogidita por la mañana.
Ah y no me vengan ahora con la teoría esa de que es cosa de los Marea, que esos no salen del chiringuito ni aun amenazando Tsunami.
P.D: Imaginen que un hombre de mediana edad se pasea por una playa nudista vestido de esquimal, ¿seria esto considerado una provocación por los nativos de la misma? ¿Se le juzgaría en el tribunal penal internacional?
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